D.O. PESSAC-LEOGNAN

En la cuna del viñedo bordelés, donde la viticultura se practica desde hace más de dos mil años, trabajar el terruño es la expresión de una herencia secular. Esta tierra es rica en depósitos de grava, cantos rodados por el Garona durante casi 2 millones de años y ofrece a las viñas un drenaje natural. Estos últimos se benefician de un clima ventajoso influenciado por el océano, protegidos a su vez por el bosque de las Landas. Un potencial vitícola poco común. Sin embargo, la AOC no fue reconocida hasta 1987, a pesar de haberse colocado como grandes vinos de referencia desde la clasificación de 1855 debido a su constante calidad.