Cellier des Princes

El Cellier Des Princes toma su nombre de la prestigiosa historia de los Príncipes de Orange. Uno de ellos Guillaume I, conocido como" el Taciturno", por su carácter taciturno, ilustra bien el carácter de los viticultores de CELLIER DES PRINCES. Hombres para quienes la acción cuenta más que las palabras, viticultores que han escrito la historia de CELLIER DES PRINCES. En... Seguir leyendo

El Cellier Des Princes toma su nombre de la prestigiosa historia de los Príncipes de Orange. Uno de ellos Guillaume I, conocido como" el Taciturno", por su carácter taciturno, ilustra bien el carácter de los viticultores de CELLIER DES PRINCES. Hombres para quienes la acción cuenta más que las palabras, viticultores que han escrito la historia de CELLIER DES PRINCES. En 1925, se une un grupo de viticultores convencidos de los valores de la solidaridad y la ayuda mutua. Once años después, estos viticultores visionarios participarán en la construcción de la primera denominación en Francia: CHÂTEAUNEUF-DU-PAPE. En los años 60, la segunda generación de viticultores de CELLIER DES PRINCES anticipa la sociedad del ocio y el desarrollo del enoturismo para instalar la bodega de degustación del CELLIER DES PRINCES en el borde de la RN 7. Colaborador leal de las mejores casas de venta de Ródano y Borgoña que históricamente cotizan en CHÂTEAUNEUF-DU-PAPE, el CELLIER DES PRINCES les vende durante décadas el CHÂTEAUNEUF-DU-PAPE de su viñedo propio. La calidad excepcional de los terrenos de CELLIER DES PRINCES confiere a los vinos de CHÂTEAUNEUF-DU-PAPE, pero también de CÔTES-DU-RHÔNE, cualidades raras que se aprecian en cantidades muy superiores a los precios del mercado. Muy unidos como al principio, los viticultores de CELLIER DES PRINCES están orgullosos de que sus vinos sean apreciados en los cinco continentes y de poder transmitir sus valores de convivencia y excelencia.